top of page

XXIV.

 

Acostumbro comprar relojes usados y baratos para rescatar el tiempo que a nadie le importa ya.

XXIII.

De vez en cuando, mis anhelos se vuelven obsesiones. Uno de ellos, las conversaciones sinfónicas.

XXII.


La poética es el arte -como posibilidad de singularidad- de escribir con el cuerpo.

XXI.

En realidad, ningún viaje tiene retorno. Eso que llamamos regreso no es más que la ilusión de que pertenecemos a algún lugar.

XX.

Sintaxis empática: ser texto con los otros, ocupar un lugar en los encuentros que dota de correspondencia a la experiencia mutua.

XIX.

¿Y si la ansiedad no fuera más que la materialización del fracaso de nuestras limitadas expectativas, producto de nuestra incapacidad de expandirnos más allá de nuestros cuerpos, resultado de vivir bajo la premisa de la individualidad auténtica?

XVIII.

 

Con la edad, mi padre ha llegado a una estado profusamente poético. A sus 83 años, habla del futuro con nostalgia y del pasado con esperanza.

XVII.

 

La vida es como el día, una vez que llega la noche no hay vuelta atrás.

XVI.

 

Es fascinante que el ojo pueda experimentar el mundo sin subjetividad de ninguna clase. El ojo puede ver todo excepto a sí mismo. Es esta imposibilidad de convertirse en su propio objeto de donde emerge el vacío, la nada. El ojo es la experiencia sin subjetividad.

XV.

 

El dolor tiene mayor impacto en la humanidad que el enojo o el miedo. Esto se debe al efecto ilusorio de identificación que tiene el ego en la relación entre el Yo y el Otro a partir de las palabras. Romper este pacto ficticio es para algunos doloroso, para otros liberador.

XIV.

 

El amor es la autoridad más obtusa ante la que hay que rebelarse.

XIII.

Amar es el primer acto de corrupción que aprendemos en la vida.

XII.

Aunque nos obsesionemos con lo contrario, todos los días nos estamos yendo. Nuestra necedad no nos permite renunciar al futuro, no obstante la fuga verdadera está en el presente.

 

XI.

 

Del amor, me quedo con esto:

 

Estado de consciencia regido por un principio de no intervención en la mente de los otros.

X.

 

Son los libros los que nos escogen.

IX.

 

Saber leer también significa saber cuándo debe uno leer poesía, cuándo prosa, cuándo ficción y cuándo el cielo.

VIII.

 

La empatía no consiste en sentir como el otro sino en escuchar al otro sin juicios.

 

Es hacer de la escucha una experiencia pura en la que se fusionan dos vidas, en apariencia, distintas.

VII.

 

Una verdadera liberación siempre involucra pérdidas pero nos enseñaron que sólo los descuidados, los tontos y los ingratos pierden [cosas].

VI. 

 

El/a poeta, sin importar a qué edad muera, muere habiéndolo dicho todo.

V.

 

Las relaciones humanas basadas en conceptos ilusorios tienden a fracasar al no poder satisfacer su propósito o intencionalidad funcional.

 

Son sistemas restringidos por la lógica fantasiosa de quien se aferra a ellos y no por la experiencia compartida entre dos personas.

IV.

 

Voy por la vida regalándole a las personas Palabras y ellas creen que sólo quiero decir cosas.

III.

 

Toda decepción es siempre decepción de uno mismo.

II.

 

La gente vive obsesionada con la idea de saber llegar, de llegar a tiempo, de simplemente llegar cuando lo verdaderamente complicado es saber irse.

I.

 

No es posible identificar dónde nace el tiempo presente, como tampoco identificar en qué momento muere.

 

Y, sin embargo, vivimos angustiados pensando que nuestro tiempo se agota.

bottom of page